lunes, 3 de marzo de 2008

El zoo







Tras abrir las puertas en junio de 2001, el Zoológico de Fuengirola pasó a formar parte de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (AEZA) y de la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA).

Una vez afianzado el nuevo zoo, con el departamento educativo en marcha y la participación en varios programas de reproducción en cautividad de especies amenazadas, estamos en disposición de encarar el futuro con optimismo –afirma Maldonado–. Queremos ampliar las instalaciones y crear una zona dedicada a los bosques lluviosos de América Central y del Sur. Pero nuestro reto principal es lograr que el zoo sirva de trampolín desde el cual acceder a la conservación de las especies en su medio natural.»
Para ello ya han empezado a gestionar un ambicioso proyecto consistente en la creación de un Instituto del Trópico, que encauce estudios y planes de conservación in situ de las especies de esos hábitats que tanta biodiversidad sustentan, y que al mismo tiempo están sometidos a tal presión ambiental que está en juego su supervivencia.

El instituto se ubicará en las dependencias del nuevo zoo de Valencia, un mega parque que también gestiona Rain Forest y que espera abrir sus puertas en tres años.«La función del Instituto del Trópico será dar a conocer los bosques tropicales de América Central y del Sur, Guinea y Filipinas, y recaudar fondos para investigar y proteger estos valiosos ecosistemas», prosigue el director de la empresa.

En un mundo perfecto, los zoos seguramente no deberían existir. En el nuestro, quizá su labor principal sea la de luchar por dejar de ser necesarios.



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